8.1.09

Papá, mamá.

-¿Qué te pasa hijo?
¿Por qué no colaboras en casa?
¿Por qué eres tan indiferente?
¿No entendemos que toques piano?
¿Por qué no ves tele?
¿Por qué no vas a fiestas con niños de tu edad?
Ya tienes 15 años.
Y juegas a escribir en tu diario.
Y juegas a ver film&arts
Y juegas a pintar.
Sueñas con el cirque du soleil.
Sueñas con hacerte un tatuaje.
Sueñas con irte de la casa, con armar tu equipaje
Eres hombre, ¡ya madura!
No soportamos ver que veas ballet en vez de un programa de ocio.
No soportamos tu forma de vestir.
No soportamos tus amistades.
No soportamos que solo quieras ir a clases de historia, lengua y filosofía.
Tienes que correr, ¡Anda! levántate!
Bueno para nada, solo tumbado en tu cama.
Algo de alcohol hijo, no te haría mal.
Alguna mujer que te merezca.
Pero claro, con puros amigos eso nunca sucederá.
- Mamá, papá. Me duele...
-¡Te duele nada!, a nosotros nos duele.
-Perdón si los decepciono.
-¡Ja! no vales la pena. Tienes que mejorar mucho.
Pobre de tí si no abres los ojos.
Si no eres médico o abogado.
Si no haces tareas.
Aprende hijo, no eres tarado.
-Pero si lo que más hago es aprender.
Escucho las musica de los pájaros, los árboles florecer.
No hay nada más lindo que un matiz de sombras combinadas,
en medio de un tumulto, en medio de la nada.
No hay nada mejor que sentir en todo tu cuerpo una sonata.
Bethoven no las creó para ser olvidadas.
Quiero ser libre, quiero pensar. Quiero sentir.
Por eso tal vez asisto solo a clases de historia, lengua y filosofía.
Mamá, papá escuchen: quiero ser artista, quiero soñar.
Quiero plasmar lo más maravilloso que llevo dentro en un papel y hacerlo realidad.